Ediciones L.R. ORTIZ
Corresponde al primer sello musical independiente creado en Chile buscando llevar la cultura musical al pueblo chileno.
Fue a principios de la decada de los 60, que Leonidas René Ortiz Farias decide
iniciar una aventura musical, creando su propio sello discografico y el
primero en su estilo.
Su primera aventura fue un disco de poesía a cargo de
Nicolas Guillen, titulado “Dice sus Poemas” LR-1, Luego seguirian discos de
musicos de Rapa Nui, registros de organilleros, música infantil, jazz; titulos
que cimentaron un camino propio y completamente diferente a la realidad
musical del momento.
Ya a fines de la decada de los 60 contaba con más de
100 titulos que cubrian un amplio espectro de musica.
El sello discográfico Ediciones L.R. Ortiz no solo se caracterizó por tener una
curatoría musical propia, sino que además por su particular diseño en las
caratulas de sus discos que mostró un novedoso uso de los colores así como
en los trazos de los dibujos que caracterizaron la propuesta visual de estos
álbumes. Un antecedente necesario para ver lo que realizaron
posteriormente sellos como Dicap o Alerce.
Don Leonidas René Ortiz Farias nació el 31 de Marzo de 1923. Fue contador y trabajo durante muchos años en
LAN Chile pero siempre su horizonte fue ser independiente y crear un sello musical. A fines de la década del
cincuenta decide abandonar su trabajo en la contabilidad, invertiendo todos sus ahorros en este sueño.
Influenciado por el trabajo del sello discográfico norteamericano FOLKWAYS, especializado en la grabación de
folk y sonidos urbanos y considerado un sello pionero en la escena discográfica de ese país, da inicio a su
proyecto. A mediados de la década del sesenta, el señor Ortiz conseguiría la licencia de distribución en Chile
bajo un sello subsidiario, ORPAL.
Leonidas Ortiz nunca busco un fin netamente comercial con la creación del sello L.R. Ortiz, su objetivo era
poder llevar cultura al pueblo de Chile. Fue militante del partido socialista y admirador de la figura de Salvador
Allende. También era dueño de una disquería ubicada en Estación Central – Santiago y coleccionista musical,
especialmente de jazz.
Gran parte de la extensa discografía publicada por el sello han ido desapareciendo y su conocimiento es nulo
por parte de historiadores y publico en general. Un claro vacío que queremos completar con este proyecto al
iniciar un sitio web de acceso público que conserve, restaurare, catalogue y difunda la mayor parte del material
del sello con una detallada información sobre sus títulos y la posibilidad de escucha en línea. Finalmente
cumplir el sueño de Ediciones L.R. Ortiz dar a conocer la cultura poética y musical al Pueblo Chileno.
“Locuras Ortiz”
Ediciones L.R. Ortiz inicia su catálogo el año 1960 con la edición del long play llamado “Nicolás Guillén – Dice
sus poemas” L-.R. 1. A mediados de esa década, el sello ya contaba con mas de 50 títulos editados en un
catálogo que incluía variados y novedosas propuestas musicales para el oyente nacional. Entre los estilos se
cuentan: música pascuense, poemas, jazz criollo, pop, música a a go-go nacional, spoken musicalizado, easy
listening, bossa jazz, tango a la chilena, música libanesa, música tradicional soviética, el folklor andino, entre
otros.
En esa época nadie pensaba en la posibilidad de crear un sello y mucho menos incluir tan diverso
catalogo de artitistas y géneros musicales y por eso que la prensa especializada de la época lo catalogaban en
sus reseñas como “Locuras Ortiz”. Parte de sus “excentricidades” fue grabar un conjunto de música de Rapa
Nui (Conjunto Taina Pakarati) luego de un viaje a la Isla de Pascua o bien caminando por el centro de Santiago
tuvo la idea de poder grabar a los organilleros que recorrían la ciudad.
Dos puntos para destacar dentro de las ediciones del sello son la excepcional calidad sonora de sus
publicaciones, la mayoría a cargo de reconocidos Ingenieros de sonido como el señor Luis Torrejón o el señor
Luis Marcos Stuven y. Y el arte gráfico de sus portadas, dibujadas personalmente por el señor Ortiz o también
encargadas a su amigo personal, el señor Jimmy Scott. Además, en varias publicaciones se incluía un folleto con
indicaciones sobre las características de cada grabación y el personal participante. Un verdadero trabajo de
artesanía inédito en nuestro país y necesario de conocer.