DECISIÓN, PORMENORES, FELIZ FINAL

Fue un Domingo de Febrero de 1963 en Concepción, durante la última parte del Festival de Jazz organizado por el Club de la ciudad sureña. Actuaba el Nahuel Jazz Quartet y en un momento dos personas se miraron como movidas por la misma idea… - "¿Estás pensando lo mismo que yo?" !!SI ¡¡ ; y de inmediato se habló con Omar Nahuel sobre la posibilidad de editor un Lp con el Cuarteto.

Iván González, presidente de la Sociedad Chileno de Jazz y L R Ortiz habían dado en el clave; se necesitaba presentar al público chileno un disco completo, grabado en estudios, sin la premura que significa grabar en un Concierto, y en el cual se demostrara que un conjunto nacional puede rendir lo suficiente.

La materialización de la idea debió postergarse por el viaje al extranjero del Nahuel Jazz Quartet. - El Primer festival Internacional de Jazz de Mar del Plata era lo inmediato y el disco debió esperar. - Los estudios finales de la carrera de médico de Patricio Lore- finalizada exitosamente 48 horas antes de la primera grabación postergó otro tanto la idea, que sumada a los imponderables del caso sólo permitió que en mayo se comenzara a grabar.

El 2 de mayo llegamos a los estudios de grabación con el nerviosismo del caso. Orlando Avendaño, con su enjambre de instrumentos facilitados por el baterista que lo reemplazó una vez se dirigió a los EE.UU. a estudiar música. Ya Waldo Cáceres comenzaba a vincularse al Cuarteto, ante la venta de la batería de Orlando para reunir fondos para el pasaje. Omar con su acostumbrada seriedad probó el piano, Barrios ubicó su contrabajo en la tarima correspondiente, a la que hubo que agregar una colchoneta para eliminar el sonido proveniente de su pie derecho llevando el ritmo.

Los instrumentos de viento de Lara y Ramírez fueron armados y soplados para calentarlos, y como ya los micrófonos estaban preparados comenzó la primera sesión. - Alguien reclamó que faltaba algo, un estímulo muy propio de los chilenos, y el problema fue solucionado rápidamente siendo recibida la solución con los correspondientes saludos festivos de Avendaño, quien fue el animador habitual. - Ni el técnico se pudo sustraer del carácter alegre de las reuniones a pesar de apariencia de profesor de una materia difícil.

Y esa alegría no sólo el producto de la “solución” antes citada, una espigada botella de nuestro Pisco nortino. Esta alegría fue la causa de que el ambiente nervioso de un comienzo desapareciera definitivamente en la primera y las siguientes sesiones. Y así se desenvolvieron las sesiones, en medio de chistes, tallas imposibles de reproducir por su espontaneidad, agrias reacciones de vez en cuando, frases tranquilizadoras luego, y todo superado en torno a una buena mesa al final de la tarea. -

Se sumó a todo esto un acentuado espíritu de autocrítica, un ferviente deseo de hacer las cosas de acuerdo al máximo de capacidad de cada cual, con plena conciencia de la responsabilidad que significa haber sido los primeros jazzistas en grabar un microsurco completo; haber grabado una prueba indestructible de la música que practican con dedicación, seriedad, buenos propósitos y afán de superación.

“Por favor no hables sobre el tiempo que llevamos tocando cada uno, pues este disco debe ser calificado al margen de factores relativos u otro aspecto que no sea la música misma; no digas nada sobre la experiencia instrumental que tiene cada uno de nosotros" así me le pidieran varios, otro dijo "¿Será conveniente decir que aún no tengo tres años de práctica en el instrumento?"

Ante la duda de callar o hablar sobre la materia, he preferido lo primero, pues el fin de cuentas lo más elocuente será la música del Nahuel Jazz Quartet y el clarinetista invitado; y la última palabra la tienen los aficionados al Jazz.

EL REPERTORIO

Los temas de este álbum fueron elegidas por el Cuarteto, con una excepción..."SERENATA". Nos pareció imprescindible dejar un recuerdo imborrable de este tema, pues en Mar del Plata fue motivo de admiración para el comentarista Net Shapiro, quien elogió ampliamente el conjunto manifestando textualmente “A very interesting group” (sic) y quedó muy complacido por la liviandad de los cambios de ritmo y el buen gusto con que fue tratado.

“TRANQUILO” es una composición de Patricio Ramírez y Patricio Lara, y el título fue producto de una larga discusión al respecto. Súbitamente se dijo la palabra, a lo cual, por la oportuna sirvió para bautizar la composición.

"A TASTE OF HONEY" era pieza infaltable en este álbum, pues además de significar un homenaje al pianista Bobby Scott, recuerda el éxito que tuvo el conjunto en sus actuaciones en el Teatro "La Comedia, durante le presentación por varios meses de la obra "Un Sabor a Miel”. Otro de los títulos tiene un origen curioso "LR 361" la explicación es simple LR va como homenaje al editor del disco y 361 es el correspondiente a la dirección del taller donde el Cuarteto realiza los ensayos.

“DONNA LEE" fue elegido especialmente por Patricio Lara, quien es ferviente admirador de Charlie Parker, y se constituyó en un verdadero tour de force para todos; basado en la estructura del tema.

"INDIANA” presenta evidentes dificultades, que Lara sorteó con bastante acierto.

La elección del repertorio no fue entregada al azar Se buscó los debidos matices de tempo e instrumentación. - Una balada en solo de piano, versiones con saxo y clarinete, con una sorprendente sonoridad, un cuarteto con clarinete de solista, y el Nahuel Jazz Quartet con su fisonomía habitual. –

El futuro es promisorio para estos buenos amigos, y me es sumamente placentero haber podido hablar algo de ellos, tratando de no herir la excesiva modestia que poseen. Y esta satisfacción no es por el hecho de sentirme amigo de ellos solamente, sino a la vez admirador, por cuanto considero que es posible hacer jazz en Chile cuando el propósito es firme y decidido. Quienes ya han disfrutado del álbum "JAZZ EN CHILE” (L.R. 3) tienen otra muestra de lo que se hace en este medio ambiente no del todo favorable, donde apenas se tienen contacto con los astros del Jazz de otros países, y donde hay que vencer tantos obstáculos. Y termino repitiendo; los aficionados tienen la palabra.

Francisco J. Deza M